Mis queridos herman@s misioneros. No saben ustedes como palpitan todas vuestras acciones en el corazón de la Diócesis. El otro día en la bendición de las instalaciones lo mas hermosos fue tener con nosotros al Señor en la Eucaristía de forma permanente. Cuando llegan las misioneras se pasan mas rato en el oratorio que conversando. Toda esta realidad nos dará fuerzas para no frenarnos en el empeño de la misión ad-gentes como el gran tesoro de la Iglesia. Estamos formando una comisión para que estéis al día de las posibilidades para recursos y proyectos, para compartir desde nuestra realidad los medios materiales, la oración compartida y la vida entregada. Hace falta también mucha generosidad por vuestra parte para que no tengan unos muchas posibilidades por conocimientos o cualidades personales para alcanzar los recursos y otros carezcan de lo mas mínimo para subsistir. Todos remando en la misma barca y con el mismo corazón en este viejo continente que tanto tiene todavía que aportar y mas aún que recibir de vuestro trabajo evangelizador.
Un fuerte abrazo a todos y que nuestra Señora de la Evangelización os proteja en este hermoso mes de mayo, primavera aquí con lluvias abundantes y pasado ya el ecuador de la pascua con la alegría de un Pentecostés anticipado al reconocer vuestra labor.
Eduardo M. Clemens
