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viernes, 14 de diciembre de 2012

Testimonio de una misionera, Petri Alonso

En la muestra de "La Fe es Vida" que celebramos el pasado mes de noviembre, me encontré con una de nuestras misioneras Petri Alonso (de naranja), estaba dando testimonio de lo que ha representado para ella el seguimiento a Jesús, me impresionó y le comenté que si quería compartirlo con todos ustedes, tardó unos días en hacérmelo llegar a la Delegación, y ahora que lo tenemos queremos compartirlos, no dejes de leerlo:

Testimonio de una cristiana.

Si vosotros, ustedes, me  preguntan ¿Por qué crees? Qué es para ti la fe?. Os respondería que mi fe está unida a mi historia personal. La fe, como la vida, es un proceso.

Me bauticé e hice la primera comunión y ahí se acabó mi fe. Cuando tenía  17 años, un día mis amigas me invitaron a hacer Ejercicios Espirituales en su colegio, y es ahí donde comencé a ser más consciente de la fe que recibí en el Bautismo.

Experimenté a Dios en  lo más profundo de mí ser, era algo que  no  sabía explicar,  sentía energía y fuerzas, algo que ya no podía dejar.

Comencé a ir a mi parroquia, frecuentaba los sacramentos, y yo sentía como Él, Jesús me fascinaba. Leía el evangelio y las cartas de san Pablo dónde decía la frase:“ Todo lo considero perdido con tal de ganar a Cristo Jesús” También los relatos de Jesús, que se ocupaba de las personas y los pobres, y se sentía enviado por  Dios Padre para una Misión. Cada día dialogaba, estaba un ratito a solas con Jesús. Estaba claro, quería seguir a Jesús.

Lo de ser religiosa no me atraía, y cuando estaba pensando todo esto conocí a las misioneras seglares de Ekumene.

Asociación de misioneros seglares cuyo carisma es la evangelización y la promoción llevada a cabo en grupos.

Dios nos ha creado por amor y nos envía a una misión: Realizar el Reino de Dios en medio  de la sociedad y el mundo que nos toca vivir, al lado de los que menos tienen, siendo consciente de que Dios ha creado los bienes del mundo para todos, sin excluir a nadie y son muchos hermanos nuestros los que carecen de lo necesario para vivir.

En Ekumene toda persona tiene cabida. Hay diferentes niveles de compromiso cada uno elige aquel  al que se siente llamado por Dios  Padre.

¿Cómo concreto mi fe en la práctica?

He vivido 14 años en la RD del Congo, allí me llevó la fe, Dios cuando llama a una persona ya no la deja, siempre la lleva más allá. Compartí mi fe con mujeres de unos de los barrios más pobres de Lubumbashi, trabajando con ellas en Talleres de Costura y Punto. Todas las semanas nos reuníamos y compartíamos el Evangelio e íbamos creciendo en la fe en Jesús.

El ver tanta miseria, tanta alegría  a pesar del sufrimiento, la paz y la serenidad al afrontar las dificultades de cada día, su sencillez, su acogida. Este continente tan rico en valores humanos fortaleció y maduró mi fe.

Dios se hace presente en estas realidades y te aumenta la fe, aprendí mucho de ellos y llevo a África en el corazón. Y en este compartir, Dios para mí, se volvió más colorido, más cercano.

La fe da sentido a mi vida,  Jesús es el centro de ella, encontré este tesoro y no lo cambio por nada en este mundo. Y desde mi pequeñez y gratuidad vivo agradecida.

Para mi es muy bueno creer, porque me ayuda a afrontar las dificultades de la vida, a vivir con alegría,valorar las cosas pequeñas, a ser yo misma, a vivir con talante de discernimiento  todo lo que sucede a mi alrededor, no dejándome manipular por la sociedad de consumo. A ser positiva, y vivir con esperanza.

Invito a los jóvenes a hacer todos los días un ratito de silencio, a buscar dentro del pozo de su interior, a conectar con la Fuente,  con el agua que sale de ese pozo, que intenten conocerse a sí mismos ya que allí encontrarán a Dios. Joven busca  dentro de ti, en tu interior está tu respuesta, ábrete a los valores del Evangelio, que escuches su voz,  sé consciente de que la vida es preciosa y merece la pena vivirla a tope…

Que los jóvenes y  todos, nos liberemos de todas las esclavitudes que nos ofrece esta sociedad tan materialista, tan falta de Dios.

Y que  con paciencia, paz y serenidad, cada día  seremos más los que digamos, nuestra fe  es  VIDA. Para mí la fe es VIDA.

Petri Alonso, misionera de Ekumene