En la muestra de "La Fe es Vida" que celebramos el pasado mes de noviembre, me encontré con una de nuestras misioneras Petri Alonso (de naranja), estaba dando testimonio de lo que ha representado para ella el seguimiento a Jesús, me impresionó y le comenté que si quería compartirlo con todos ustedes, tardó unos días en hacérmelo llegar a la Delegación, y ahora que lo tenemos queremos compartirlos, no dejes de leerlo:
Testimonio de una cristiana.
Si vosotros, ustedes, me preguntan ¿Por qué crees? Qué es para ti la
fe?. Os respondería que mi fe está unida a mi historia personal. La fe, como la
vida, es un proceso.
Me bauticé e hice la primera
comunión y ahí se acabó mi fe. Cuando tenía
17 años, un día mis amigas me invitaron a hacer Ejercicios Espirituales
en su colegio, y es ahí donde comencé a ser más consciente de la fe que recibí
en el Bautismo.
Experimenté a Dios en lo más profundo de mí ser, era algo que no sabía
explicar, sentía energía y fuerzas, algo
que ya no podía dejar.
Comencé a ir a mi parroquia,
frecuentaba los sacramentos, y yo sentía como Él, Jesús me fascinaba. Leía el
evangelio y las cartas de san Pablo dónde decía la frase:“ Todo lo considero perdido con
tal de ganar a Cristo Jesús” También los relatos de Jesús, que se ocupaba
de las personas y los pobres, y se sentía enviado por Dios Padre para una Misión. Cada día
dialogaba, estaba un ratito a solas con Jesús. Estaba claro, quería seguir a Jesús.
Lo de ser religiosa no me atraía,
y cuando estaba pensando todo esto conocí a las misioneras seglares de Ekumene.
Asociación de misioneros seglares
cuyo carisma es la evangelización y la promoción llevada a cabo en grupos.
Dios nos ha creado por amor y nos
envía a una misión: Realizar el Reino de Dios en medio de la sociedad y el mundo que nos toca vivir,
al lado de los que menos tienen, siendo consciente de que Dios ha creado los
bienes del mundo para todos, sin excluir a nadie y son muchos hermanos nuestros
los que carecen de lo necesario para vivir.
En Ekumene toda persona tiene
cabida. Hay diferentes niveles de compromiso cada uno elige aquel al que se siente llamado por Dios Padre.
¿Cómo concreto mi fe en la
práctica?
He vivido 14 años en la RD del Congo, allí me llevó la fe, Dios
cuando llama a una persona ya no la deja, siempre la lleva más allá. Compartí
mi fe con mujeres de unos de los barrios más pobres de Lubumbashi, trabajando
con ellas en Talleres de Costura y Punto. Todas las semanas nos reuníamos y
compartíamos el Evangelio e íbamos creciendo en la fe en Jesús.
El ver tanta miseria, tanta
alegría a pesar del sufrimiento, la paz
y la serenidad al afrontar las dificultades de cada día, su sencillez, su
acogida. Este continente tan rico en valores humanos fortaleció y maduró mi fe.
Dios se hace presente en estas
realidades y te aumenta la fe, aprendí mucho de ellos y llevo a África en el
corazón. Y en este compartir, Dios para mí, se volvió más colorido, más
cercano.
La fe da sentido a mi vida, Jesús
es el centro de ella, encontré este tesoro y no lo cambio por nada en este
mundo. Y desde mi pequeñez y gratuidad vivo
agradecida.
Para mi es muy bueno creer, porque
me ayuda a afrontar las dificultades de la vida, a vivir con alegría, a valorar
las cosas pequeñas, a ser yo misma, a vivir con talante de discernimiento todo lo que sucede a mi alrededor, no dejándome
manipular por la sociedad de consumo. A ser positiva, y vivir con esperanza.
Invito a los jóvenes a hacer
todos los días un ratito de silencio, a buscar dentro del pozo de su interior,
a conectar con la Fuente ,
con el agua que sale de ese pozo, que
intenten conocerse a sí mismos ya que allí encontrarán a Dios. Joven busca dentro de ti, en tu interior está tu respuesta,
ábrete a los valores del Evangelio, que escuches su voz, sé consciente
de que la vida es preciosa y
merece la pena vivirla a tope…
Que los jóvenes y todos, nos liberemos de todas las
esclavitudes que nos ofrece esta sociedad tan materialista, tan falta de Dios.
Y que con paciencia, paz y serenidad, cada día seremos más los que digamos, nuestra fe es
VIDA. Para mí la fe es VIDA.
Petri Alonso, misionera de Ekumene