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miércoles, 18 de febrero de 2015

Miércoles de Ceniza

                                                       Mensaje del Papa Francisco
                                                          para la Cuaresma 2015
La Cuaresma es un tiempo de renovación para la Iglesia, las comunidades y para cada creyente. Pero sobre todo es un “tiempo de gracia”. Dios no nos pide nada que no nos haya dado antes. Él no es indiferente a nosotros. Está interesado en cada uno de nosotros, nos conoce por nuestro nombre, nos cuida y nos busca cuando lo dejamos…., su amor le impide ser indiferente a lo que nos sucede. Pero ocurre que cuando estamos bien y nos sentimos a gusto, nos olvidamos de los demás, algo que Dios Padre no hace jamás…., entonces nuestro corazón cae en la indiferencia. Esta actitud egoísta, de indiferencia, ha alcanzado hoy una dimensión mundial: “globalización de la indiferencia”. La indiferencia hacia el prójimo y hacia Dios es una tentación real para los cristianos. Por eso, necesitamos oír en cada Cuaresma el grito de los Profetas que levantan su voz y nos despiertan. Dios ama al mundo hasta el punto de dar a su Hijo por la salvación de cada hombre. En la encarnación, en la vida terrena, en la muerte y en la resurrección del Hijo de Dios, Jesucristo, se abre definidamente la puerta entre Dios y el hombre, entre el cielo y la tierra.

1º “Si un miembro sufre, todos sufren con él” La Iglesia ofrece la “caridad de Dios que rompe esa cerrazón mortal, en nosotros mismos, de la indiferencia”. Sin embargo, nadie puede testimoniar lo que antes no ha experimentado, como ocurrió el Jueves Santo, cuando Pedro comprende que el servicio de lavar los pies los unos a los otros “sólo lo puede hacer quien antes se ha dejado lavar los pies por Cristo. Sólo éstos tienen ‘parte’ con Él y así pueden servir al hombre”.
2º“¿Dónde está tu hermano?” Hay que llevar a la vida de las parroquias y comunidades lo que se ha dicho para la Iglesia universal. “¿Se tiene la experiencia de que formamos parte de un solo cuerpo, que recibe y comparte lo que Dios le da? ¿Un cuerpo que conoce a sus miembros más débiles, pobres y pequeños, y se hace cargo de ellos? ¿O nos refugiamos en un amor universal que se compromete con los que están lejos en el mundo, pero olvida al Lázaro sentado delante de su propia puerta cerrada?”.
3º “Fortalezcan sus corazones “como individuos tenemos la tentación de la indiferencia. “Estamos saturados de noticias e imágenes tremendas que nos narran el sufrimiento humano y, al mismo tiempo, sentimos toda nuestra incapacidad para intervenir. ¿Qué podemos hacer para no dejarnos absorber por esta espiral de horror y de impotencia?”.
Miércoles de Ceniza
Mt 6, 2-18
-No temáis, permaneced unidos.
No os preocupéis, Jesús ha pasado ya por esto y nos ha despejado el camino. Nos ha dado tres pistas para no perdernos: el compartir, la oración, el olvido se sí.

Partir es siempre una aventura
que llena de alegría.

Que se abran mis ojos
ante tantas novedades y maravillas.

Que se abran mis manos
para comunicarme con quienes, por otra parte,
me parecen muy diferentes.

Que se abran mis oídos
para escuchar lo que a veces
sólo se capta en le silencio.

Que se abran las puertas
de estos días ricos
en experiencias y encuentros.