JORNADA DE LA INFANCIA MISIONERA 2017
Queridos niños y
niñas de nuestra Archidiócesis:
El próximo domingo 22 de enero
celebraremos la Jornada de la Infancia Misionera con el lema “SÍGUEME”. Es
Jesús quien nos invita a todos a seguirle, a imitar su estilo de vida, sus
virtudes y valores. Nos invita a entregarnos a los demás.
Todos conocemos la bella escena
evangélica en la que un hombre rico se dirige a Jesús preguntándole qué tenía
que hacer para heredar la vida eterna. El Evangelio nos describe el amor y la
claridad con la que se dirigió a él: “Jesús, fijando en él su mirada, le amó y
le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres
y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y SÍGUEME.»” (Mc 10, 21).
Cuando Jesús nos invita a
seguirle lo hace siempre desde una mirada amorosa. Seguirle no es fácil, pero
la llamada a seguirle es siempre una llamada a ser felices, viviendo una vida
llena de sentido, compartiendo los valores del Reino de Dios, compartiendo un
proyecto de hermandad y de humanización. Dios nos ama tanto que quiere que
seamos felices.
Pero, como digo, el camino de la
felicidad no es fácil. Jesús no nos invita a un proyecto de falsa felicidad
egoísta, hedonista e insolidaria. Esto sólo es un autoengaño y una felicidad
aparente. Nos invita a un proyecto de felicidad para todos. Para todas las
personas. Para todos los niños y niñas del mundo. Sirviendo a los demás,
particularmente a los más necesitados, y construyendo con ellos un mundo mejor
para todos es la mejor manera de ser felices. Esta es la tarea a la que Jesús
nos invita.
Los misioneros y misioneras que
recorren todos los pueblos del mundo siempre han sido ejemplo de ese
seguimiento fiel a Jesús. Dejaron a un lado intereses particulares, por
legítimos que fueran; dejaron a un lado a sus familias y amigos para embarcarse
en la aventura de seguir a Jesús y servir a los demás.
Los misioneros y misioneras
llevan el Evangelio a todos los rincones del mundo. Su mensaje está lleno de
amor y esperanza. Es el amor de Dios que quiere iluminar todos los corazones.
Nadie queda al margen del amor de Dios. ¡Qué tarea más hermosa la de anunciar
el Evangelio, la Buena Noticia del amor infinito y misericordioso de Dios! ¡Qué
diferente sería el mundo si todos, cada uno dentro de sus posibilidades,
siguiéramos a Jesús!
Jesús nos dice “SÍGUEME” para que
anunciemos a todos los hombres y mujeres de la tierra que Dios nos ama
incondicionalmente porque es nuestro Padre.
Jesús nos dice “SÍGUEME” para que
ayudemos entre todos a hacer un mundo más justo, más libre, más pacífico, más
fraterno. Un mundo más parecido al Reino de Dios.
Jesús nos dice “SÍGUEME” para que
toda la humanidad celebre junta, en una gran fiesta de amor, la alegría de ser
hermanos e hijos de Dios.
Queridos niños, los misioneros y
misioneras son un ejemplo de vida, de cómo seguir a Jesús, y nos invitan a
todos a seguirle. Los misioneros y misioneras nos dicen que sí se puede seguir
a Jesús, que es bello y bueno seguirle y que podemos ser felices haciéndolo.
A vosotros, queridos niños y
niñas, Jesús también os dice “SÍGUEME”. A vuestro nivel, también podéis seguir
a Jesús y ser pequeños misioneros. Y os preguntaréis, ¿cómo nosotros podemos
seguir a Jesús y ayudar desde tan lejos a tantos niños y niñas necesitados de
los países del Sur y de las tierras de Misión? Una manera muy importante de
ayudarles es rezando, pidiendo a Dios por esos niños y niñas, por los
misioneros y voluntarios que se dedican en cuerpo y alma a ellos. Pidiendo a
Dios que nos dé a todos un corazón sensible y solidario con los sufrimientos de
los demás. Rezar así es muy importante y lo podéis hacer solos o en compañía de
vuestros padres, o con los compañeros de colegio o de catequesis. Rezar juntos
es una manera muy importante de ser y hacer Iglesia, y vosotros, queridos niños
y niñas, sois el presente y futuro más bello de nuestra Iglesia, de una Iglesia
que SIGUE a Jesús. Rezando también seguimos a Jesús.
También podéis ayudar aportando
algo de vuestros ahorros a las colectas misioneras. Lo poco que podáis
compartir será mucho para esos niños necesitados. Todo esto como prolongación
de vuestra hermosa participación, durante la reciente Navidad, en la operación
SEMBRADORES DE ESTRELLAS, en la que regalabais con una sonrisa en la calle
preciosas estrellas de Navidad que anunciaban el mensaje de Jesús. Este bonito
gesto seguro que ha provocado sonrisas en la gente, y ha ayudado a tomar
conciencia de lo que es el auténtico espíritu navideño. De esta manera,
vosotros mismos pasáis a formar parte de la gran familia misionera, generosa y
solidaria con los más necesitados, y que cada día escucha el “SÍGUEME” de
Jesús. De esa manera, los niños y niñas de esos países comprobarán que,
ciertamente, sois como ellos… y ellos como vosotros. Y todos, ellos y vosotros,
podéis mostrar que sois SEGUIDORES DE JESÚS porque el amor de Dios se hace presente
cada vez que unos y otros nos queremos, nos ayudamos y rezamos juntos.
No quisiera terminar sin antes
agradecer la gran labor realizada por la Delegación diocesana de Misiones, el
Delegado don Eduardo Martín Clemens y sus colaboradores, el voluntariado en los
colegios de la Iglesia y en los colegios públicos a favor de las misiones y de
los misioneros. Gracias también a todos los sevillanos y sevillanas, siempre
solidarios y generosos. Muchas gracias a todos por vuestra generosa labor en el
seguimiento a Jesús.
Queridos niños y niñas de la
Archidiócesis, me siento orgulloso de todos vosotros y de vuestro empeño
generoso por las misiones. Os tengo muy presentes en mis oraciones, para que
seáis buenos cristianos y amigos de Jesús, y el germen de una Iglesia futura
más viva y misionera que realmente SIGUE a Jesús.
Que María, Madre de la Fe y Reina
de las Misiones, os cuide, acompañe y proteja siempre.
+ Juan José Asenjo Pelegrina Arzobispo de Sevilla