SEMANA
SANTA
Domingo
de Ramos
Mc 14, 1-15,47
-Jesús hace su entrada en un asno, un animal familiar,
pero una cabalgadura demasiado extraña para llevar a un rey. ¿Esto nos ayuda a
comprender mejor de qué se clase de rey se trata aquí? Jesús no es u n rey
tiránico, que impone su poder por la fuera y las armas. Es justo todo lo
contrario. Jesús es un rey pacífico, liberador; su único poder es el del amor.
¿Cómo podemos acogerlo nosotros? Ciertamente no nos quitaremos la ropa para
alfombrarle el camino. Pero ¿de qué aceptamos despojarnos a su paso?
Y he aquí que has llegado
a Jerusalén.
Franqueas el umbral,
entras en esta ciudad
como entras en la renuncia
de tu vida.
¡Hosanna! Bendito seas Tú,
que vienes en nombre de Dios.
Bendito seas por el amor
que das sin medida.
Bendito seas por tus pasos
hacia nosotros,
pasos de justicia, de luz,
de perdón y de verdad.
El camino que abres, Jesús,
es un camino estrecho escarpado,
peligroso.
El camino que abres,
nos habla del amor inmenso
del Padre.
¡Y he aquí que has llegado
a Jerusalén!
Franqueas la puerta
y la dejas abierta.
¡Y he aquí que has llegado
a Jerusalén!
Franqueas la puerta
y nos ofreces tu amor.