Domingo de Páscua
Jn 20, 1-9
-Al final de nuestro
viaje hay otro viaje: el de la vida eterna.
Jesucristo nos invita
a creer en esto al final de nuestro viaje.
En la mañana de
Pascua, no hay nada que ver
(¡un sepulcro
vacío!); ¡sólo hay una palabra que creer!
Entonces ¿un viaje
que se termina
o un camino de vida
que comienza?
¡ALELEUYA, es un grito de alegría!
¡ALELUYA, es el día de la luz!
Jesús vive, ha resucitado.
ALELUYA, que todo se ponga a cantar,
que la fiesta invada nuestras casas
y nuestros corazones.
¡Viva Dios que nos abre un camino
nuevo!
Que la fiesta sea grande en nuestras
casas,
que resuene en todo nuestro barrio,
que sea alegre, viva, luminosa.