Es para mí
un motivo de alegría acompañar la carta pastoral del Sr. Arzobispo en este año
de Gracia cuando se van recogiendo los frutos del año de la Fe y profundizando
en las consecuencias de la Nueva Evangelización para ahondar en la dimensión
misionera de la Iglesia. Dar desde nuestra pobreza es un reto y el Sr.
Arzobispo lo ha sabido captar al plantearse el proyecto esperanzador de la
Misión Diocesana que tanto bien podría hacer en nuestra Archidiócesis y que
será sometido a los Consejos Episcopal y Presbiteral. Si es bien visto por esos
órganos diocesanos y todos nos entusiasmamos con él con espíritu abierto,
seguro que supondrá un pulmón de aire fresco y renovador tanto para la misión ad intra como para la misión ad gentes de esta nuestra querida
Iglesia que peregrina en Sevilla.
Con el fin
de prepararnos espiritualmente, dar quizá algunos pequeños pasos en el
ilusionante proyecto de la Misión Diocesana y acompañar los grandes valores que
atesora la carta pastoral de nuestro arzobispo para el DOMUND 2013, os invito encarecidamente a participar del retiro que impartirá D.
Anastasio Gil García, Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias y
responsable de Misiones en la Conferencia Episcopal Española, el día 10 de
OCTUBRE , segundo jueves de mes, (de 10,30 a 13,30 horas) en el Seminario Mayor
Metropolitano.
Prepararnos
espiritualmente para tomar conciencia de la misión ad gentes no es una actividad eclesial más en la vida de la
Iglesia, sino una de sus tareas principales. Y, pese a que podamos pensar que
somos pocos sacerdotes en nuestra Iglesia de Sevilla y que ya tenemos bastante
con la gran labor que debemos desarrollar por, entre y junto con nuestros
feligreses, no podemos dejar de mirar con amor solidario a otras iglesias
hermanas necesitadas de nuestro apoyo. Este esfuerzo no redunda únicamente en
beneficio de esas iglesias hermanas necesitadas, sino que enriquece
profundamente la vida de las iglesias que envían a sus misioneros porque
permite que éstos mismos sean a su vez, desde la distancia, fermento de
diocesaneidad y catolicidad verdaderamente auténticas.
Los
misioneros nos recuerdan que la Iglesia es católica, universal, y que las
iglesias locales no son islas perdidas en el océano, sino miembros hermanados
del cuerpo eclesial cuya cabeza es Cristo, quien ordenó a sus apóstoles, y por
ende a todo cristiano, “Id, pues, y haced discípulos de todas las
naciones” (Mt 28,19). Por tanto, las iglesias locales sólo son
auténticamente Iglesia cuando se abren a la universalidad y se muestran
solidarias con otras iglesias hermanas
más necesitadas. Así, unas a otras, se retroalimentan recíprocamente en
el amor de Cristo.
Esto mismo
dice el Papa Francisco en su mensaje para la Jornada Misionera Mundial 2013:
"Vivir en este aliento universal, respondiendo al mandato de Jesús «Id,
pues, y haced discípulos de todas las naciones» (Mt 28,19) es una
riqueza para cada una de las iglesias particulares, para cada comunidad, y
donar misioneros y misioneras nunca es una pérdida sino una ganancia”.
Ojalá que
la participación en este retiro nos aliente con alegría e ilusión a seguir el
paso valiente de nuestro Arzobispo para animar a lo que todavía no es más que
es un ilusionante proyecto, la Misión Diocesana, cuando estamos a punto de
culminar el año de la Fe, y a alimentar nuestro espíritu misionero en aras de
unas comunidades más vivas, de aquí y de allá, más auténticas y más
comprometidas con los valores del Evangelio.
Eduardo Martín
Clemens
Delegado
Diocesano de Misiones
Director
Diocesano de las O.M.P.