JORNADA DE LA INFANCIA
MISIONERA
18-1-2014
LOS
NIÑOS AYUDAN A LOS NIÑOS
Celebración
de la Infancia Misionera en Sevilla
Colegio
San Antonio Mª Claret
Soy una
participante de encuentro y no puedo callar lo que allí vi y oí; lo
manda Jesús en el Evangelio y por eso lo hago. Explicar el gozo que
experimenté no sé, no puedo... porque además soy torpe en
palabras, pero Lucas nos dice, en el Capítulo IV Versículo 21, “Les
dijo Jesús: Id y haced saber a Juan lo que habéis visto y
oído...”.
Me llamó
la atención la acogida del joven que recibía a los niños con sus
respectivas catequistas. Eran canciones con mensajes evangélicos: la
alegría de ser cristianos, que estuvieran atentos que Jesús estaba
pasando por allí, etc. Lo hacía con una fuerza y alegría que nadie
quedaba indiferente.
Seguidamente
se inició una oración. Y, después, dieron comienzo los testimonios
de varios misioneros... Sencillos, pero hablaron desde la vivencia
que tienen de Jesús. Uno dijo: “Cuando fui a África llevaba
una maleta con ropa, con medicinas y también dinero, pero un niño
me dijo que lo mejor que les había llevado era la alegría del
anuncio de Jesucristo”.
Los
niños/as, en número aproximado a novecientos, sentados en el suelo,
escuchaban con una atención y silencio poco comunes a su edad; nos
impactó este gesto a los mayores y adultos que allí nos
encontrábamos. Realmente sentíamos que Jesús estaba entre
nosotros.
Doy
gracias a Dios por el Director de la Diócesis encargado de las
Misiones desde hace poco más de dos años, D. Eduardo M. Clemens,
que con tanta dedicación y entrega lleva este tema tan importante
(entre otras cosas). Dijo: “El poder de Dios está en las
manos de los niños”.
Otra cosa
que quiero resaltar es al grupo de catequistas africanos que estaban
entre nosotros SEMBRANDO LA PALABRA. Hace veinte años oía decir que
vendrían de otros continentes a evangelizar Europa: ¡¡¡YA LO
VI!!! Así lo viví. Los misioneros mayorcitos que hablaron habían
ido a su país, ellos eran fruto de aquella semilla. ¡Alabo a Dios
por ello! Crearon un ambiente festivo y profundo a la vez. Nadie se
aburrió.
El
ambiente era totalmente eclesial: parroquias, colegios, asociaciones,
etc. Hubo un grupo de discapacitados de San Juan de Dios que también
gozaron y nos impactaron con su alegría. Algunos colegios y
parroquias participaron con canciones muy bien preparadas. Todos
tuvieron los premios que el jurado, con buen criterio, creyó
oportuno.
Salimos
de allí llenos de ilusión y dando gracias por los Niños Misioneros
y por el equipo que tiene D. Eduardo M. Clemens, que con su buen
hacer nos hicieron sentir tan bien. Inés, muy atenta y entregada en
todo momento.
María,
nuestra Madre, nos acompañó y le pedimos nos ayude a que los niños
de los cinco continentes conozcan a su Hijo Jesús, porque MUNDO
SABEMOS QUE SOLO HAY UNO: EL QUE DIOS CREÓ PARA TODOS.
Fdo.: Una
participante