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miércoles, 8 de octubre de 2014

Reflexión de una misionera a la vuelta de su última misión

LA VIDA SIGUE LLAMANDO



Septiembre abre sus puertas y nos engolfamos en nuestros quehaceres, niños y mayores tenemos que retomar las obligaciones diarias y responder a la vida.


La ESPERANZA de ver un mundo mejor nos ayuda a buscar caminos de hermandad en nuestro entorno, con los que nos relacionamos cerca o lejos, en esta ALDEA GLOBAL.


Sentimos que tenemos que reavivar la FE en Dios y en el hermano del que no puedo prescindir, Jesús nos enseñó a orar diciendo:”PADRE NUESTRO”, no mío, esto me lleva a comprometerme siendo acogida para el otro, en su ser diferente.



En mi caso como consagrada, perteneciente a la Congregación de Hnas De la Caridad de Sta. Ana, que se obligan por voto a vivir la Hospitalidad, me llevó a responder a la llamada misionera “AD-GENTES”. En esta experiencia de 40 años, he visto y experimentado que, el HOMBRE es SAGRADO, que es la única y verdadera imagen de Dios. Si observamos la actuación de Dios en el A.T. y sobre todo en el N.T.en JESÚS, ha sido siempre la defensa del ser humano, librarlo de las garras de cualquier opresión.


De ahí su lucha con los rigoristas cumplidores de la ley y de los espíritus del mal.

Para El, el día sagrado del sábado lo pospone a la necesidad del que sufre o carece de algo vital para su vida, aquí radica la CARIDAD-HOSPITALIDAD. Luego las tres virtudes teologales van unidas. La Fe nos lleva a Esperar y la Caridad a actuar.


He vivido en culturas muy distintas, África y Asia. Por encima de razas y continentes, el ser humano es el mismo, con sus riquezas, carencias, cobardías, en el fondo, el deseo imperioso de amar y ser amado, es innato en el corazón humano.


En esta experiencia de tantos años aprendí que, ser y estar junto al otro, vale más que:

EL HACER : Eficacia, – competitividad – prisas.
TENER: Fama, bienestar, honor.
Que lo que nos une y dignifica es:
COMPARTIR: Talento, tiempo, alegría, sufrimientos, bienes materiales.
AGRADECER: A DIOS SU AMOR Y SU GRACIA, las personas que puso en mi camino.
SER LIBRE: En estas tres dimensiones: Dejando a Dios libre para que actúe en mi vida.
Dejándome yo libre en las manos de Dios.
Dejando libres a los demás en su ser diferente.
Lecciones de vida que se observan y experimentan en cualquier raza, cultura, pueblo, o nación. La única necesidad del hombre es AMAR Y SER AMADO = A FELICIDAD = A CUMPLIR LA VOLUNTAD DE DIOS.

Hna. Marina