"La finalidad de la actividad
misionera es la fundación de Iglesias"
La 68ª edición de la Semana Española de
Misionología de Burgos bajo el título "Sentido y retos de la misión hoy,
50 años después del Decreto Ad Gentes" se está celebrando
estos días, en la Facultad de Teología de Burgos. Hoy se ha contado con la
presencia del secretario general de la Pontificia Unión Misional (Roma), el P.
Vito del Prete. También ha participado el arzobispo de Burgos D. Francisco Gill
Hellín quien enmarcó el decreto Ad Gentes en el Concilio
Vaticano II.
Se incorporaron más miembros de la Comisión Episcopal
de Misiones, D. Camilo, obispo de Astorga, D. Ramón, obispo de Jaén, el P. Vito
del Prete, gran conocedor de la teología de la misión y profesor de la Facultad
de Teología de Nápoles. El padre Vito del Prete además es secretario general de
la Pontificia Unión Misional (PUM) tuvo esta mañana una intervención en la 68
Semana de Misionología de Burgos, en la que explicó la provisionalidad que las
misiones deben tener, en función de la fundación de las iglesias locales.
Durante su intervención, titulada "De los
territorios de misión a la Iglesia local", Del Prete afirmó que "la
Iglesia es, sobre todo, Iglesia local" y recordó que durante el Concilio
comenzó a producirse el giro en la concepción misionera que dejaba de hablar de
"Iglesia para los demás", para comenzar a hablar de "iglesia con
los demás". Desde este punto de vista, el secretario de la PUM se refirió
al problema de la "inculturación" y afirmó que "la Iglesia, fiel
a la misión recibida de Cristo, debe fecundar las culturas con la semilla del
Evangelio y ayudar a humanizar al hombre y a la sociedad". Además, Del
Prete no dudó en advertir sobre algunas desviaciones de la acción misionera,
cuando pretende trasladar a "las llamadas iglesias jóvenes", "el
modelo occidental". Por ejemplo, y respecto a la formación de los
sacerdotes de esas iglesias se preguntó "¿Qué saben estos sacerdotes
formados a la europea de la sabiduría de sus países de origen?", y subrayó
que el único sacerdocio de Cristo no requiere que "se lleve a cabo del
mismo modo". Lo mismo vale para la vida consagrada. En este sentido, el
secretario de la PUM señaló que muchas de estas iglesias en los territorios de
misión "no son jóvenes, sino que nacen viejas, porque se caracterizan por
toda la estructura y los problemas de las viejas iglesias".
Más de 700 páginas conforman el volumen sobre el
proceso conciliar de redacción del decreto Ad Gentes hasta el 7 de diciembre de
1965 en el que fue aprobado. Mons Gil Hellín pronunció una conferencia en la
que trató de mostrar las tensiones entre los diferentes expertos hasta alcanzar
el consenso de más del 95% de ellos. Demostró que detrás del Decreto había todo
un modelo de Iglesia en tensión. El Decreto Ad Gentes no pudo aprobarse hasta
el final porque hasta las últimas sesiones no se aprobó una de las grandes
constituciones del Vat II, aquella que define a la Iglesia como pueblo de Dios,
como misión de la Trinidad. Se trata de la Lumen Gentium.
Los más de 100 asistentes al aula magna de la Facultad
de teología pudieron disfrutar de este excelente trabajo, muy útil para
posteriores trabajos de investigación. En el diálogo intervino el Card. Filoni
quien interpelaba al ponente y continuaba su diálogo en el coffee-break
posterior. La mesa redonda Misión ad gentes y Vida consagrada que
se celebró después, contó con lapresencia de la abadesa de Tulebras y de la
religiosa laurita, recién venida de Egipto. Para finalizar la jornada de hoy
hubo un acto teresiano en la Iglesia de S. Gil, delante de la Virgen de la
Mañana, imagen del Gil de Siloé del s. XV, a la que se dirigió tantas veces
santa Teresa en su estancia en Burgos para preparar su última fundación.
OMP-España