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miércoles, 22 de julio de 2015

VACACIONES EVANGELIZADORAS



Los jóvenes han descubierto otra manera de vivir el tiempo de descanso: amando y sirviendo en todo, como voluntarios en la misión ad gentes y haciendo presente a Jesucristo allí donde ellos se sienten enviados. Esto es ni más ni menos que el discipulado. Son muchos los jóvenes de nuestra Archidiócesis los que han partido y que a estas alturas aún se encuentran en los campos de trabajo. La mayoría, como los que proceden de MISEVI (misioneros seglares Vicencianos), Salesianos, Redentoristas, Proyde (ONG Promoción y Desarrollo, de los RR. de la Salle), van bajo el carisma de las propias de congregaciones, en cuyos Colegios o grupos parroquiales han sido educados. Otros, como el Espíritu sopla donde quiere y como quiere, buscan en la Delegación de Misiones información, formación y acompañamiento antes de partir. Es un seguimiento muy bonito que nos rejuvenece a todos.
El pasado jueves 9 de julio, a las 8 de la tarde, el delegado de Misiones Eduardo M. Clemens celebró en la Parroquia de Sta. Cruz la Eucaristía del envío de dos jóvenes de nuestra Archidiócesis: Isabel Olivares y María Jiménez, con destinos muy diferentes –América del Sur y África respectivamente- pero con la misma disponibilidad y ganas de compartir sus meses de vacaciones con aquellos que menos tienen pero que, como ellas nos aseguran, les dan más de lo que podemos imaginar. Familiares y amigos las acompañaban en una calurosa tarde, podía notarse la felicidad en sus caras.


El P. Eduardo presentó al misionero más pequeño, de sólo 4 meses, que se encontraba entre nosotros. Pidió las oraciones de todos los allí presentes, que son ”como el sustento, lo que recarga las pilas a los que están allá, a veces en situaciones muy complicadas, pero que saben de quién se han fiado y con quién cuentan para seguir adelante dando lo mejor de sí mismos –su propia vida- para compartir su mayor tesoro: la palabra de Dios y el encuentro con el mismo Jesús, misionero del Padre”. Finalizamos cantando a la Virgen y encomendándoles a estas dos jóvenes y a todos los misioneros que se encuentran en tantos lugares del mundo.