Me
llamo Mª Ángeles Pasadas, soy misionera desde hace 40 años, y naci en Lora del
Rio. A los 10 años nos fuimos a Sevilla, y entré a los 20, después de acabar la carrera de Filosofía y
Letras. Dios quiso regalarme vivir y conocer las tierras asiáticas,
especialmente Japón y Filipinas. Ahora estoy por España un tiempo. Y quería
presentaros la fundación en Filipinas que mi comunidad “Servidores del Evangelio de la Misericordia de Dios”, acaba de abrir
en mayo de este año 2015. Es una fundación nueva, de la que me siento muy
orgullosa, y como madrina os quiero compartir sus alegrías y batallas. De
momento yo no puedo ir para allá, pero como he tenido la suerte de viví en
Filipinas durante 4 años (en los años del 85 al 89) y luego la he visitado
mucho desde Japón (del 92 al 2002), me he ofrecido para hacer de puente entre
esta pequeña comunidad misionera y la archidiócesis de Sevilla.
Es
mi deseo haceros llegar las entrañas de un corazón misionero, como se vive una
fundación, el llegar sin más seguridad que la Providencia de dios y la luz y
guía del Espíritu Santo, junto con el fuego en el corazón del amor de dios por
todos aquellos hermanos filipinos. Y con ello, que podáis sentir de forma
cercana la vida cotidiana de tantas personas, jóvenes, niños, familias, que son
preciosos a los ojos de Dios pero que viven en situaciones tan diferentes a las
de España, muchas veces muy injustas y pocos humanas por la falta de medios
para salir adelante. Así y todo, os puedo asegurar, son la personas más
sencillas y sonrientes que he visto. Se les quiere sin querer. Este compartir
es un modo de agradecerles tanto que dios me ha enseñado a través de ellos.
Al
mes de llegar a Manila donde empezaron a estudiar Tagalog, el idioma oficial
del país, junto con el inglés. En ese momento todavía no sabían a qué diócesis
iban a ir a fundar. A partir de Septiembre ya Dios nos ha mostrado el camino:
en la diócesis de Lingayen-Dagupan, a la ciudad de Malisiqui, en la provincia de
Pangasinan, al norte de Manila. Son tres misioneras: Teresa, Ana y Belen, y un
misionero sacerdote:Darío, que justo ha celebrado allá los 25 años de su
ordenación sacerdotal. Ellos nos van a ir contando sus vivencias y sobre las
personas que Dios les vaya confiando en esas nuevas tierras.
Os
adjunto una foto mía de cuando estuve viviendo en Manila. Estoy en “smoky
Mountains”, el basurero de manila, donde
vivían mas de 2000 familias hacinadas encima de los montículos de basura, la
cual emitía gases al descomponerse, de donde el nombre de “montañas de humo”.
Los niños y familias enteras viven de recoger productos de entre la basura para
vender al reciclaje. En la foto la niña de espalda lleva en una cesta lo que
ese día había recogido para vender. La otra niña y chicos son japoneses que
vinieron a conocer la situación y poder ayudar. Una realidad muy dura donde
experimenté en mi interior el llanto de Dios por sus hijos. Hoy en día, la
situación de esas familias ha mejorado, no viven tantas allí, pero siguen
siendo condiciones muy pobres de vida.
Hasta la próxima, en la esperanza de que Dios nos despierte
el corazón a tantos hermanos que tenemos en esta tierra con quienes compartir
sueños y dificultades. Un fuerte abrazo!
Mª Angeles