JORNADA DE LA INFANCIA MISIONERA 2016
Queridos niños y niñas de nuestra Archidiócesis:
El próximo domingo 24 de enero, celebraremos la Jornada de
la Infancia Misionera con el lema “¡GRACIAS!”. Estoy seguro, queridos
niños, que sabéis muy bien por qué y a quiénes debéis dar las gracias. GRACIAS a
vuestros padres, hermanos y abuelos, a la familia entera, que os quiere de
verdad y os cuida.
GRACIAS a los amigos con quienes compartís buenos y, a
veces, malos momentos. GRACIAS a los profesores que con tanta dedicación y esmero
os educan. GRACIAS a los catequistas, monitores y sacerdotes que os
enseñan el camino de Jesús. GRACIAS a Dios que nos ama con ternura incondicional
a todos. GRACIAS a Jesús, nuestro Salvador y compañero en el viaje de la
vida.
Es muy bonito ser agradecidos. Eso significa que hay alguien
que nos quiere, que nos ayuda, que nos atiende y nos cuida. Pero no sólo
debemos estar agradecidos a quienes nos aman, sino también a todas aquellas personas
que dedican su tiempo, incluso su vida, a los demás, especialmente a los más
necesitados. Sabéis muy bien que, de entre esas personas, destacan de manera especial los
misioneros y ¡GRACIAS, misioneros y misioneras, que sembráis amor y
predicáis el Evangelio por todo el mundo! ¡GRACIAS por vuestra
generosidad y entrega! Queridos niños, los misioneros y misioneras son un ejemplo
de vida, de cómo seguir a Jesús, y debemos darles GRACIAS a ellos por su entrega y
también GRACIAS a Dios por animar tantas vocaciones misioneras.
En este año que el Papa Francisco quiere dedicar a la
Misericordia, debemos ser especialmente misericordiosos y agradecidos unos con
otros, pero especialmente con los más necesitados, en particular tantos niños y niñas
que en tierras de Misión carecen de todo aquello de lo que nosotros disfrutamos. Son
muchos además, los que no gozan de la alegría de conocer a Jesús. Son
precisamente los misioneros y misioneras, sacerdotes, religiosos y laicos, los que
anuncian a esos niños la Buena ¿Sabéis por qué lo hacen? Porque los misioneros y misioneras
son AGRADECIDOS con quien les amó primero: Dios nuestro Señor.
Por ello, en agradecimiento a ese amor divino, ellos y ellas muestras su
amor y su misericordia a tantas personas, especialmente niños y niñas de los países
de Misión.
Vosotros también podéis ser niños y niñas AGRADECIDOS a Dios
y a tantos misioneros y misioneras que dan su vida por los
demás. A vuestro nivel, también podéis ser como ellos, pequeños misioneros
AGRADECIDOS también por el amor que habéis recibido de Dios y de tantas personas que
os quieren.
Y os preguntaréis, ¿cómo nosotros podemos ayudar desde tan
lejos a tantos niños y niñas necesitados de tierras de Misión? ¿Cómo
podemos mostrar nuestro AGRADECIMIENTO? Lo podéis hacer de muchas maneras. Una
manera muy importante de ayudarles es rezando, pidiendo a Dios por esos
niños y niñas, por los misioneros y voluntarios que se dedican en cuerpo y alma a
ellos, pidiendo a Dios que nos dé a todos un corazón sensible y solidario con los
sufrimientos de los demás. Rezar así es muy importante y lo podéis hacer solos o
en compañía de vuestros padres, o con los compañeros de colegio o de
catequesis. Rezar juntos es una manera preciosa de ser y hacer Iglesia, y vosotros, queridos
niños y niñas, sois el presente y futuro más bello de nuestra Iglesia. Es
también una forma solidaria de También podéis ayudar aportando algo de vuestros ahorros a
las colectas misioneras. Lo poco que podáis compartir será mucho para
esos niños necesitados.
Todo esto como prolongación de vuestra participación durante
la última Navidad en la operación SEMBRADORES DE ESTRELLAS, en la que regalabais
con una sonrisa en la calle preciosas estrellas de Navidad que
anunciaban el mensaje de Jesús. Este bonito gesto seguro que ha provocado sonrisas en
la gente, y ha ayudado a tomar conciencia de lo que es el auténtico espíritu
navideño. De esta manera, vosotros mismos habéis pasado a formar parte de la gran
familia misionera, generosa y solidaria con los más necesitados, y también
AGRADECIDA. De esa manera, los niños y niñas de esos países comprobarán que,
ciertamente, sois como ellos y ellos como vosotros. Y todos, ellos y vosotros,
podéis sentidos AGRADECIDOS porque el amor de Dios se hace presente cada vez
que unos y otros nos queremos y nos ayudamos.
No quisiera terminar sin antes agradecer la gran labor
realizada por todo el voluntariado en los colegios de la Iglesia y en los colegios
públicos a favor de las misiones y de los misioneros. Muchas GRACIAS a todos.
¡GRACIAS a todos los sevillanos y sevillanas, siempre solidarios y generosos!
Queridos niños y niñas de la Archidiócesis, me siento
orgulloso de todos vosotros y de vuestro empeño generoso por las misiones. Os
tengo muy presentes en mis oraciones para que seáis buenos cristianos y amigos de
Jesús, y el germen de una Iglesia futura más viva y misionera. Por todo ello,
¡GRACIAS, QUERIDOS
Que María, Reina de las Misiones, os acompañe y proteja
siempre.
+ Juan José Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla