Aunque nos está llegando mucha
información, Ecuador sigue sangrando y hay un llamamiento a ejercer la
compasión. Nos toca rezar por ellos y por las familias y poner en práctica las
obras de misericordia.
Un abrazo a todo en solidaridad con el pueblo Ecuatoriano y con tantos misioneros-as españoles que se encuentran allí evangelizando.
Un abrazo a todo en solidaridad con el pueblo Ecuatoriano y con tantos misioneros-as españoles que se encuentran allí evangelizando.
Eduardo M. Clemens.
Desde Ecuador, el
obispo de Puyo: “Ante el dolor de la tragedia, caridad es la respuesta”
Tras el trágico terremoto en Ecuador, Mons. Rafael Cob García,
obispo del Vicariato Apostólico de Puyo, cuenta cómo están viviendo en el país
la situación:
“A
medida que pasan las horas las noticias de la tragedia ecuatoriana provocada
por un sismo de 7.8 en nuestras provincias del litoral volaron por los cuatro
vientos. Apenas unos minutos por llegar las 7 de la noche del sábado, vimos en
nuestra Iglesia, en la que estábamos celebrando la eucaristía, que la cruz
pendida de lo alto se movía, las rosas de los floreros, la silla donde estaba
sentado, todo se movía. Se proclamaba la palabra de Dios, la palabra en nuestro
pensamiento era querer gritar temblor, temblor, se prolongó por infinitos
segundos que no terminaban, formando más de un minuto y volvió la calma, la
serenidad nos permitió evitar una estampida de la gente que festejaba a su
patrón S. Vicente en la Torqui.
Cuando
salimos de la misa enseguida empezaron los contactos para averiguar el origen
del temblor. Las noticias decían que en la escala había marcado 7.8 cuyo
epicentro estaba en la provincia de Manabí, por lo cual se previa una gran
tragedia, como así ha sido. Al amanecer del domingo, se ha ido generando una
estadística de fallecidos y heridos que aumenta por momentos. En la mañana
colocábamos los letreros de solidaridad a las puertas de nuestra catedral para
concienciar a la gente.
Desde
el mundo entero desde el Papa Francisco, hasta los países amigos llegaban los
mensajes de condolencia y ayuda solidaria para con Ecuador. Elevábamos
oraciones y celebrábamos las misas por los fallecidos y por los afectados, e
invitábamos a ser solidarios para enviar nuestro aporte hasta la orilla del
Pacífico, donde sigue la herida abierta del dolor y el sufrimiento.
Hoy
pedimos a todos que mantenga su alerta con la oración al Padre misericordioso.
La técnica humana no ha llegado a poder tener la seguridad que la tragedia
llega, siempre nos encuentra desprevenidos en el momento casi siempre que no
esperamos, nos sorprende, y evitarla es imposible .No sabemos juzgar los signos
de los tiempos nos diría Jesús, y es verdad, ¿somos torpes? No se trata de
pedir explicaciones ni a Dios ni a la naturaleza. ¿Por qué se portó así? En el
misterio del silencio y de la soledad, en el dolor y la esperanza, podemos
aprender lecciones de sabiduría para nuestra vida y, sobre todo, las
circunstancias y el tiempo, para sensibilizar y sintonizar nuestro corazón, con
el amor al prójimo necesitado.
Nos
volvemos los samaritanos de los dolientes y caídos en el camino, o aplastados
entre los escombros, no le vamos a preguntar: ¿qué te ha pasado?, ni, ¿qué
hiciste? Más bien ante las lágrimas y el sollozo de un corazón dolorido,
vendaremos sus heridas y le tomaremos en nuestros brazos para llevarle al
hospital, o simplemente escucharle y darle la energía necesaria para vivir. No
es momento de juzgar sino de amar. Jesús nos descubrió dónde está nuestro
prójimo para amar y hacia dónde debemos caminar como buen pastor, para llegar
al aprisco seguro donde habrá alimento y pasto generoso para saciar nuestra
hambre y nuestra sed de eternidad. Caridad es la respuesta”.
OMPRESS-ECUADOR