Emotiva la jornada vivida ayer en el convento de
las Carmelitas Descalzas (Las Teresas) con motivo del inicio del curso en la
Delegación de Misiones de Sevilla. Las Hermanas nos abrieron su
convento para celebrar la eucaristía donde se tuvieron presentes a todos esos
misioneros repartidos por el mundo que llevan la palabra de Dios allí donde más
falta hace.
Nuestro delegado de misiones, el padre Eduardo, nos recordó que a veces nuestras tristezas no son
más que la causa de encerrarnos en planes y proyectos que no nos satisfacen
porque carecen del ardor apostólico que tuvo San francisco Javier y de la
dimensión contemplativa y orante de Santa Teresa del Niño Jesús a
quienes invocamos como patronos.
La misa se aplicó por el descanso eterno de nuestro querido
D Anastasio, quien falleció recientemente y que como nos recordó el Padre
Eduardo hasta el último suspiro fue para las misiones.
El altar estuvo presidido por Santa Teresa del niño Jesús,
patrona de las misiones, que como cada uno de octubre, en su fiesta litúrgica ,
se hace aún más presente en todos aquellos que compartimos la misión. Al
terminar la eucaristía y después de agradecer a las Hermanas Carmelitas
Descalzas su hospitalidad cada uno de los asistentes se acercaron a besar la
mano de nuestra patrona de las misiones.
Fue una jornada que se vivió con mucha
emoción y sentimiento y que no falto también un rato para la oración ya que
como dijo Santa Teresa del niño Jesús:
"Para mí, la oración es un impulso del corazón, una
simple mirada dirigida al cielo, un grito de agradecimiento y de amor, tanto en
medio del sufrimiento como en medio de la alegría. En una palabra es algo
grande, algo sobrenatural que me dilata el alma y me une a Jesús."
J.Antonio Martin responsable de medios de la Delegación Diocesana de Misiones y de las OMP